La gestión contable es fundamental en los despachos de procuradores. Involucra a numerosas partes interesadas, es compleja y consume mucho tiempo, por lo que debe simplificarse.
Los procuradores deben mantener actualizada una lista de todos los expedientes que manejan, indicando una serie de información:
Esta lista permite a los profesionales del derecho seguir la evolución de cada expediente y asegurarse de que los ingresos cubren adecuadamente los gastos y los honorarios asociados a cada expediente.
Los procuradores también deben realizar conciliaciones bancarias periódicas para verificar la concordancia entre los embargos y las operaciones bancarias.
La contabilidad en un despacho también incluye los gastos generales. Estos son los gastos relacionados con el personal, el equipo de oficina, la publicidad, los gastos de viaje, los gastos de formación y desarrollo profesional, así como otros gastos recurrentes.
Por último, también es importante para los procuradores preparar a tiempo y de manera precisa sus declaraciones fiscales y contables obligatorias, como el IVA, el impuesto sobre la renta y el impuesto profesional. Se debe cumplir con todas las obligaciones legales y fiscales vigentes y evitar cualquier sanción o multa.
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